Los druidas se presentan a menudo como sacerdotes de la religión celta, pero su papel abarcaba muchos aspectos más. Los druidas formaban una clase social independiente, representando la clase intelectual de la sociedad. Aunque también desempeñaban funciones religiosas, no se limitaban a ellas. Eran entre otras cosas bardos, médicos, astrónomos, filósofos y magos.
Sin embargo, se pueden diferenciar tres funciones entre los druidas, aunque la separación a veces no era muy clara y ciertos autores se muestran escépticos (T.D.Kendrick):
• Los «Druids», que enseñaban el arte de la guerra y que disponían de poderes ocultos y mágicos.
• Los «Bairds» o bardos, que eran responsables de la tradición oral.
• Los «Filidhs» o videntes que predecían el futuro.
También hay que distinguir entre los druidas celtas (hasta el final de las culturas celtas independientes, coincidiendo aproximadamente con el comienzo de la Edad Media) y los druidas modernos. Los primeros desaparecerían sin dejar testimonio escrito. Los últimos se desarrollaron en Gales e Irlanda según conceptos de la Edad Moderna y unen tradiciones con ideas actuales, nacionalismos y romanticismos.
La procedencia de la palabra «druida» está muy debatida. El Dr. O’Hogain supone que deriva de la palabra celta para «rico en conocimientos», mientras que otros aseguran que ha derivado de drus, la palabra celta para roble. Otra teoría finalmente lo relaciona con dru (cuidadoso, a fondo) y uid (saber).
Druidas históricos
No se conocen escritos directos de druidas de la antigüedad, ya que, al parecer, los druidas pasaban su saber sólo por tradición oral a sus alumnos. Existen algunos textos de la Edad Media baja o tardía de Gales, Irlanda y Escocia que se relacionan con tradiciones de los druidas. Sin embargo, se trata habitualmente de textos mitológicos que ya tienen una cierta influencia cristiana y que sólo admiten unas conclusiones limitadas sobre los druidas de la antigüedad. (ver fuentes)
Con anterioridad tenemos fuentes clásicas -e indirectas- principalmente romanas. De Plinio el Viejo sabemos que los druidas vestidos de blanco cortaban el muérdago con hoz de oro; además nos habla de sacrificios taurinos presididos por druidas, así como de su veneración de diversas arboledas o árboles y plantas sagrados como el roble, el avellano, o el muérdago; o lugares naturales como la cima de ciertas colinas, corrientes de agua, y lagos, así como del cielo, la tierra, el mar, y el fuego -que veían como algo purificador- recogiendo una costumbre presente en las comunidades celtas en las que servían. El muérdago entre los druidas era una planta sacra. Aunque a menudo se atribuye a esta consideración sus propiedades medicinales, es poco probable que sea la razón única. Más verosímil es que se deba a que el muérdago está aún verde en invierno cuando el resto del árbol parece sin vida. Hay otras fuentes que dicen que esto se debe a que crece sin tocar el suelo, y por eso se lo recogía en una tela blanca.
Ya anteriormente Julio César mencionaba a los druidas en su «De Bello Gallico» y nos informa de que los druidas usaban el alfabeto latino o griego incluso en sus escritos sagrados por “temor que (el de ellos) llegara a vulgarizarse y que la memoria de los sabios (o estudiantes) pudiera decaer”. Estas referencias tienen ciertos paralelismos con relatos de Posidonio (135 – 51 a. C.), quien nos da una imagen idealizada helenística del druida como filósofo. Este autor también afirmaba que se encargaban de castigar a determinados miembros de la sociedad expulsándolos de ceremonias religiosas, y por tanto de la sociedad. Hay que ver los relatos de César, como los de los demás autores, con un cierto escepticismo, ya que eran ajenos a esta cultura.
Diodoro Sículo afirmaba de los druidas que a veces antes de una batalla se interponían entre los combatientes para evitar el combate, así cómo que predecían el futuro mediante la observación del vuelo y los reclamos de las aves y el sacrificio de animales sagrados, así cómo que creían en una especie de reencarnación, según la cual al morir el alma migraba de un cuerpo a otro.
Con la conquista de los territorios celtas (parte de Hispania, Galia, Britania) por parte del Imperio romano se desvanecía la influencia de los druidas, los cuales fueron, según Plinio prohibidos por el Senado en un decreto que posteriormente Tiberio renovó en el año 54 d. C. Un último bastión era la isla Anglesey (Ynys Mon) situada al norte de Gales, que fue destruida por los romanos en 60 dC. Los últimos relatos de la Irlanda de la baja Edad Media ya muestran influencia cristiana y diabolizan a los druidas como enemigos de la Iglesia católica.
A menudo se habla también de mujeres druidas, que eran conocidas cómo Dryades o Bandrui, pensando, por ejemplo, en Mebd de Connacht o Ceridwen. De Ceridwen hay una leyenda donde ella prepara en un cáliz que puede verse como el prototipo del Santo Grial, una pócima que da sabiduría infinita sobre el pasado, el presente y el futuro. Preparó el potingue para su hijo Affagdu (oscuridad absoluta) para compensar el poco agrado físico que tenía. No obstante, su ayudante tomó tres gotas de la bebida. Para escapar de su ira huyó y se escondió adoptando diversas formas. Finalmente tomó la forma de un grano de trigo que fue tragado por Ceridwen. De esto Cerdiwen se quedó embarazada y dio a luz a otro hijo, Taliesin, quien está visto hoy en día como el prototipo de todos los druidas. Esta leyenda confirma que existían druidas femeninos y que su rango no era necesariamente inferior al de los hombres.
De todos los relatos conjuntos se forma la imagen del druida como persona culta en una posición socialmente destacada. También era responsable de los sacrificios religiosos y se le veía como mediador entre los hombres y los dioses. Al mismo tiempo era juez, profesor y se ocupaba de la historia y de la civilización de las culturas celtas.
Asimismo el bardo celta tenía una posición destacada, aunque no se puede confirmar que druidas y bardos eran rangos diferentes en la misma organización.
Los druidas no tenían templos de culto erigidos en piedra. Probablemente disponían de edificios de madera que no han pasado a nuestros días. Según las fuentes originales, a menudo celebraban sus ritos en claros en los bosques cercanos a manantiales o pozos naturales.
Plinio relata uno de sus rituales: «Tras haber preparado los sacrificios y los banquetes bajo los árboles, traen dos toros blancos cuyos cuernos han sido vendados. Con su túnica blanca un druida sube al árbol para cortar el muérdago con su hoz de oro, otros vestidos de la misma manera lo reciben. Después matan a los animales del sacrificio y rezan para que el dios les recompense esta ofrenda con sus dones».
También hay relatos (en parte dudosos) de sacrificios humanos.
Los últimos druidas se convirtieron, supuestamente, al cristianismo (los fili), al igual que toda la clase dirigente de Irlanda. Estos conversos convivieron con quienes todavía seguían las antiguas tradiciones hasta que sometieron a estos últimos a una persecución. De esta forma, la Iglesia Irlandesa conservó algunas de las tradiciones celtas. Sin embargo, no todos los autores aceptan que los druidas se hayan convertido al cristianismo, sino que ven esa versión como una tentativa cristiana de proveer a sus sacerdotes con el respeto y la autoridad que se les daba a los druidas.
Resurgimiento del druidismo
Se conoce a William Stukeley (1687 – 1765) como padre de los druidas modernos. Fue el primero en relacionar el círculo de piedras de Stonehenge con la religión celta, relación que nunca ha sido probada ni históricamente ni por hallazgos arqueológicos. En 1792 se diseñó en Gales una ceremonia para el solsticio de verano, en la que jóvenes druidas se consagraron a un «archi-druida».
Este movimiento iba unido a la búsqueda en Gales e Irlanda de una historia independiente de Inglaterra con raíces celtas y ganó adeptos en el ámbito del movimiento nacionalista. Un atractivo adicional era el carácter oculto en una época en la que las logias secretas estaban en auge. El neo-druida está generalmente considerado como una forma del paganismo y un sucesor directo del druida de la antigüedad.
Influido por los ideales naturalistas del romanticismo, se fundó en 1781 en Inglaterra una orden druida que se dedicó a defender la tolerancia, la humanidad y la dignidad humana. Los fundadores veían representada en la clase suprema de los celtas a la ciencia, arte y sabiduría.
A mediados del siglo XIV empezó el Renacimiento y se recuperó el interés por los escritores griegos y latinos de la antigüedad, resurgiendo las enseñanzas del mundo clásico. En la Francia del siglo XVI, los druidas, junto con los antiguos celtas, o mejor dicho, galos, se convirtieron en figuras históricas respetables. Comenzaron a aparecer muchos libros sobre los antiguos galos y los druidas. El entusiasmo por estas obras continuó en el siglo XVII. Los druidas fueron incluso proclamados antepasados de los germanos. En 1648 Elias Schedius trataba el asunto en De Dis Germanis, subtitulado «La religión de los antiguos germanos, celtas, galos, britanos y vándalos». El libro ofrece una visión de los druidas aún en sus sombríos robledales, con un druida adornado con hojas de roble, adecuadamente vestido, empuñando un cuchillo manchado con la sangre de un sacrificio mientras una siniestra sacerdotisa se encuentra a su lado. La mujer lleva un cráneo humano colgando de la cintura y está golpeando un tambor con dos fémures también humanos…. tal era la percepción que se tenía de los druidas. En 1693 se había impuesto la idea de que todos los megalitos eran templos de los druidas. Se reivindicó varias veces que Stonehenge era un templo druida, aunque también se sostuvo que habían sido los sajones los constructores, por su parecido con las tumbas megalíticas con cámara existentes en Schleswig-Holstein, la patria originaria europea de los anglos, sajones y jutos. El druidismo británico apareció a finales del siglo XVI como una extravagante recreación de lo que se suponía eran los druidas, y no se consideraban a si mismos como un movimiento religioso sino como una “Orden Fraternal”, un Club de Caballeros. Muchos de los dirigentes druidas eran masones o herméticos, cabalistas o rosacruces.
En el siglo XVIII, Inglaterra y Gales experimentaron un resurgimiento del interés por los druidas, inspirado por los anticuarios John Aubrey, John Toland y William Stukeley. En 1740 vio la luz el trabajo de John Toland , cuando se publicó su «Historia crítica de la religión celta» que en posteriores ediciones se llamó «Historia de los druidas». Posteriormente Toland formó una de las primeras órdenes druidas, centrada en la Tradición Primordial.
En el siglo XIX, surgieron algunas órdenes dudosas que afirmaban estar basadas en el druidismo histórico. El actor principal en esta reinvención del druidismo, motivado por Henry Hurle, fue Edward Williams, más conocido como Iolo Morganwg. Su obra, publicada como los manuscritos de Iolo (1849) y Barddas (1862), no es considerada creíble por los movimientos de druidismo contemporáneos. Williams afirmó haber encontrado un mapa cosmológico basado en la tradición galesa, llamado “Barddas”, un compendio de conocimientos antiguos, en un «Gorsedd de vates de las islas de Gran Bretaña».
Iolo insistió en que este escrito era auténtico y que había sido traducido de un escrito original galés. El escrito indicaba que “en el principio existía Dios y Cythrawl, la energía positiva y la negativa. Dios pronunció su nombre y creó Manred, la sustancia que conforma el universo”. Muchos de los que los eruditos creen que mucha de la información fue inventada por el propio Iolo, pero una gran parte del trabajo parece ser de origen meso–pagano, aproximadamente del 600 A.C. A pesar de todo, es imposible separar el material de referencia original de el trabajo inventado, y los documentos son considerados irrelevantes por los eruditos más estrictos. El druidismo británico actual está mayoritariamente basado en los escritos de Iolo Morganwg (Edward Williams) que se alimenta de la cosmologia galesa y separa el mundo en tres círculos concéntricos: Annwyn, Abred y Gwynfyd. Existe también un lugar “donde habita Dios” y que es llamado Ceugant. Quizá al principio las bases de este druidismo fueran en parte invención, pero lo que no se puede negar es que la tradición ha alcanzado una solera de casi 200 años.
Con el gran resurgimiento celta en todos los países hacia finales del siglo XIX, fue en 1901 cuando se fundó el Gorzez Gourenez Breiz Vihan (El Gosserd Bretón), reuniéndose en Guincamp bajo el patrocinio de la Unión Regionalista Bretona. En Cornualles hubo también un resurgimiento del idioma córnico, que había dejado de ser un vehículo de comunicación general a principios del siglo XIX y hubo movimientos para crear un gosserd. En Gran Bretaña acontece en esa época (XIX) una fiebre constructora de «templos druídicos». Valga como ejemplo el caso del Mariscal de Campo Henry Seymour Conway, antiguo gobernador de Jersey, quien edificó Temple Combe (Berkshire), construido con megalitos auténticos. Se construyeron numerosos «templos druidas» en tierras de la nobleza, siguiendo la nueva moda del resurgir de los druidas.
En la actualidad, el druidismo se ha escindido en diversas vertientes, que incluyen desde Órdenes Druidas con estructuras similares a las órdenes masónicas o de alta magia, a órdenes que aceptan cualquier divinidad y no se consideran politeístas sino universalistas, órdenes druidas cristianas, órdenes reconstruccionistas y totalmente politeístas u órdenes basadas únicamente en el pensamiento filosófico druídico y no en su espiritualidad.
Los druidas contemporaneos
El neodruidismo o druidismo contemporáneo es un movimiento religioso y filosófico asociado con la corriente religiosa del neopaganismo occidental.
Es para algunos un camino espiritual y filosófico, para otros una religión y para otros un movimiento cultural. El camino y definición dependerá de cada persona y su libre elección.
Es una filosofía que encuentra sus raíces en la naturaleza misma, con inspiración en la cultura y tradición celta, y los druidas históricos; que busca la conexión del individuo con la tierra, el cielo y el mar, los tres reinos de la cosmovisión celta. Es un camino de reflexión sobre las preguntas que surgen en nuestra mente y espíritu, tratando de encontrar las respuestas y el desarrollo personal en la sabiduría y enseñanzas de antaño, es sus tradiciones y folklore, su mitología y sobre todo, en las lecciones que la naturaleza misma como un ente vivo y radiante nos puede dar.2
Literatura fantástica
La mitología celta presenta a los druidas con capacidades mágicas cómo -entre otras- la de predecir el futuro, provocar tormentas, lanzar bolas de nieve y de oscuridad, o transformar a personas en animales. Llegan a tener mayor rango que los reyes, ya que en algunos relatos el rey no puede hablar hasta que no lo haya hecho el druida.
Uno de los druidas más conocidos de la literatura es la creación de René Goscinny y Albert Uderzo, Panoramix del célebre comic Asterix . Su túnica blanca, la hoz de oro, el hecho de que corta el muérdrago, etc. reflejan los ritos conocidos por las fuentes antiguas. También su rol social como conocedor de la historia y asesor del jefe de la tribu sigue ejemplos históricos, aunque no desempeña ningún papel religioso.
Marion Zimmer Bradley relata en su novela «Las nieblas de Avalón» la leyenda del rey Arturo desde el punto de vista de la Dama Morgana, la hermana de Arturo, donde también se puede apreciar la presencia del Merlín, uno de los druidas más conocidos en la actualidad por su gran sabiduría.
En el juego de rol Dungeons & Dragons aparece reflejada la figura del druida. Sin embargo, estos druidas tienen poco que ver con el druida celta, siendo representados como una especie de magos de los elementos de la naturaleza. Estos druidas veneran y protegen el mundo natural, no son sacerdotes pero sí tratan de conservar el equilibrio natural. Dada su comunión con el mundo salvaje, son bendecidos con el control de ciertos poderes naturales, por lo que pueden controlar el propio envejecimiento o su peso, son capaces de hablar con animales y plantas, de convocar la lluvia o incluso la tormenta, pueden mover las raíces de los árboles a voluntad, y también se transforman en animales ó plantas, y curan a otros con gran presteza por medio de remedios naturistas ó por la magia que les da la naturaleza. Su adaptabilidad entre los magos de la literatura fantástica es amplia y económica, pues existen pocos espacios a los que los poderes de la naturaleza no puedan acceder, y muchos donde dominan por completo. Éste concepto del druida ha sido tomado posteriormente por bastantes otras ambientaciones de fantasía inspiradas en ése juego cómo Warcraft.
En el juego World of Warcraft los jugadores pueden elegir la clase Druida al crear un personaje de una raza determinada; los druidas son representados como magos que pueden sanarse con el poder de la naturaleza, convertirse en animales y controlar las plantas y árboles así como hechizos que infligen daño de naturaleza.
En Diablo II: Lord of Destruction, el druida es un personaje que, junto con la asesina, es agregado a la lista de personajes del juego Diablo II original. Tiene el poder de transformarse en hombre lobo u hombre oso, invocar criaturas de la naturaleza (Lobos, Cuervos) o del mundo de los dioses (mascotas espirituales), y controlar los elementos de la naturaleza (hielo y fuego).
El cómic Sláine, que está basado en la cultura celta, recoge a la figura del druida cómo un sacerdote, así cómo bastantes elementos que tradicionalmente se atribuyen a los druidas, cómo realizar sus cultos en arboledas ó el caldero.
En el conocido videojuego Praetorians hay un druida que es médico y aliado de los romanos. Aparecen también otros druidas que son médicos, pero que además pueden producir una ceguera temporal en las tropas enemigas.
También hacen aparición en el juego MMORPG Tibia, como una de las 4 vocaciones básicas, en la cual desepeñan la principal función de de sanadores, y creadores de runas de curación, además de manejar elementos de la naturaleza tierra y hielo. Después de un tiempo, pueden adquirir una promoción a «Elder Druid» y manejar hechizos más poderosos.
La clásica ópera italiana Norma (1831), de Vincenzo Bellini (y el libretista Felice Romani) está basada en una tragedia neoclásica francesa. Su protagonista es una sacerdotisa druida. La obra describe el trágico amor de ésta y Pollione, el líder de las tropas romanas invasoras de la Galia. Obra emblemática del romanticismo italiano y acabada expresión del bel canto, Norma exhibe los más altos logros alcanzados por los artistas peninsulares de la época. Fue estrenada en 1831 en Teatro de la Scala en Milán. Entre otras sopranos destacadas la protagonizaron Maria Callas y Montserrat Caballé.
En esta parte se hace referencia a la historia de los druidas. Y para ello os comento (muy por encima) la historia del pueblo celta, en la que los druidas fueron los que llevaban la voz cantante en cuanto a los temas espirituales e incluso judiciales.
Supongo que muchos de vosotros os preguntaréis porque he escogido el nombre del druida para la página. En primer lugar, por la zona geográfica en la que resido (Vigo, en Galicia, en España), que fue zona de ocupación celta (en Vigo hay restos de los castros celtas) y, por ello, siempre me ha intrigado la cultura de su pueblo, además de que también me gusta la música «celta» (Loreena McKennitt, Carlos Núñez, Milladoiro, The Chieftains, etc.). Y para acabar, supongo que por Astérix, me gusta el personaje del druida.
La filosofía y los contenidos de la página también viene influída (como no podía ser de otra manera) por el nombre de el druida. Los druidas proporcionaban guías a su pueblo, los echaban una mano en los pasos difíciles y, en definitiva, les ayudaban y proporcionaban información. De eso se trata en estas páginas, de ayudar y proporcionar información. Espero que se consiga.
Los druidas, quiénes han sido romantizados en la literatura moderna, fueron la gran clase hereditaria de sacerdotes responsables de transmitir y practicar las tradiciones mitológicas y religiosas de los pueblos célticos. El papel del druida puede compararse a la casta hindú de los brahmanes o al mago iraní, y como ellos se especializaron en las prácticas de magia, sacrificio y augurio. Debido a las similitudes entre estas clases y entre las ramas divergentes de descendientes de culturas indoeuropeas, se ha propuesto que los orígenes serían una clase similar entre los proto-indoeuropeos.
Los druidas eran particularmente asociados al roble y al muérdago (hierba parasítica) que normalmente crece en estos árboles); y se cree que ellos utilizaban a este último para preparar medicinas o pociones alucinógenas. Para ayudar a entender el significado, la palabra druida (galés derwydd ) se cree a menudo que viene de la raíz de la palabra que significa «roble» (galés derw ), aunque probablemente esta raíz proto-indo-europea puede haber tenido el significado general de solidez.
Los bardos, por otro lado, son aquéllos que relataban por medio de cantos las historias que recordaban los hechos de los guerreros tribales famosos así como las genealogías e historias de las familias de los estratos gobernantes entre las sociedades celtas.
La cultura céltica no era una cultura histórica, anterior al contacto con las civilizaciones mediterráneas, por lo que no dejaban su historia por escrito. Sin embargo, los pueblos celtas mantuvieron a menudo una intrincada historia hablada comprometida con la memoria y transmitida por los bardos. Similar a otras culturas pre-instruidas (vea, por ejemplo, los Vedas de India, los cuales fueron transmitidos por siglos solamente por la memorización de un formulario arcaico en Sánscrito que no se había hablado como lengua vernácula por cientos de años), los bardos facilitaron la memorización de tales materiales a través del uso de la métrica y rima poética.
Pudo haber existido además una clase de «videntes» o «profetas», los Strabo, de una palabra celta cuyo significado significa «inspirado» o «extático». Es por consiguiente posible que la sociedad celta tuviera, además de la ritualística y taumatúrgica religión de los druidas, un elemento del shamanismo de comunicación extática con el mundo de los muertos.
Significado de las profecías en el ritual druídico
Diodoro comenta sobre la importancia de profetas en el ritual druídico: Estos hombres predicen el futuro observando el vuelo y llamadas de los pájaros y por el sacrificio de animales sagrados: todos las ramas de la sociedad están en su poder…además en materias muy importantes ellos preparan a una víctima humana, a la que le clavan una daga en el pecho; observando la manera en que sus miembros convulsionan cuando él cae y el fluir de su sangre, de esta forma ellos pueden leer el futuro. Estos comentarios greco-romanos se apoyan de alguna manera en las excavaciones arqueológicas. En Ribemont en Picardy, Francia, se encontraron agujeros llenos de huesos humanos y huesos de muslo deliberadamente arreglados en modelos rectangulares. Se cree que esta urna fue llevada a tierra por Julio César mientras estaba dominando la Galia. En un pantano en Lindow, Cheshire, Inglaterra se descubrió un cuerpo que también puede haber sido la víctima de un ritual druídico. El cuerpo está ahora en exposición en el Museo Británico, Londres.
Remanentes modernos
Las creencias y conductas célticas tribales han tenido un gran impacto en las culturas célticas modernas. La mitología basada (aunque, no idéntica) en la religión pre-cristiana, fue de conocimiento común para la cultura céltica y trasmitida oralmente hasta el día de hoy, aunque en la actualidad este menguando. Varios rituales que involucran actos de peregrinación a los sitios como las colinas y pozos sagrados que se cree tienen poder curativo o propiedades beneficiosas todavía se llevan a cabo… Basado en la evidencia del continente europeo, la adoración de varias figuras que son ampliamente conocidas por el folclóre de los territorios celtas de hoy o que toman parte en la mitología posterior al cristianismo se han descubierto en áreas en las cuales no existen registros antes de la cristiandad.
Algunos de éstos son:
• Lugh en Irlanda, Lugus en Galia, y Lleu (a veces Llew) en Gales.
• Brighid o Bríd en Irlanda, Brigindo en Galia, y posiblemente Brigantia en Bretaña.
• Maponos en Bretaña y Galia, Mabon en Gales, y un dios probablemente relacionado al Aengus Mac Óg en Irlanda.
• Núadha en Irlanda y Nodens en Bretaña.
• Badhbh Catha en Irlanda y Cathubodua en Galia.
Las diferencias en los nombres son consecuencia de la desviación de los idiomas entre los distintos grupos.
Neodruidismo
El druidismo, neodruidismo, o tradición druídica es una doctrina filosófica y espiritual o religión moderna que promueve une stilo de vida en armonía con el mundo, y cuyo principal principio es el respeto a la naturaleza.
El Druidismo no pretende ser una reconstrucción exacta de los druidas o celtas de la antigüedad, pero utiliza la filosofía celta como fuente de inspiración espiritual; también confían en la sabiduría y el conocimientos que dejaron los antiguos druidas, (entre otros eruditas celtas, y la sabiduría popular) para el desarrollo personal y como contribución para mejorar la sociedad. Si bien los Druidas de antaño no dejaron registros escritos de su teología y prácticas rituales, existen otras fuentes históricas: los escritos de los autores clásicos de la Grecia y Roma antiguas, los escritos medievales de Irlanda y Gales, que son un sincretismo entre lan leyendas y mitología celta pagana y la cosmovisión medieval cristiana, así como los estudios en lingüística, arqueología e historia que se llevan a cabo a partir del siglo XIX. Otra fuente importante han sido las tradiciones populares que han llegado a nuestros días.
El neodruidismo ha ganado adeptos en todo el mundo, principalmente en las Islas Británicas, Francia, España, entre otros países de Europa; Australia; América del Norte; Chile,Argentina y Brasil. Los seguidores pueden pretender llegar a considerarse druidas, o solamente pertenecer al grupo creyente en la sabiduría celta.2
Existen grupos puramente neodruídicos, que basan su búsqueda espiritual y consideran su religión al camino druídico y la tradición celta; sin embargo también existen otro tipo de druidas, que admiten la doble pertenencia: un neodruida puede formar parte de un grupo y al mismo tiempo ser miembro de cualquier otra religión, por ejemplo el budismo o el hinduismo; estas personas nono se ven al druidismo como una religión, sino como una filosofía complementaria. Asimismo, existen grupos neodruídicos que están ligados a grupos masones o grupos culturales, como el Eisteddfod que se enfoca en las tradiciones de cultura y lenguas galesas y célticas; son druidas honorarios de esta asociación la Reina Isabel II de Inglaterra, el Arzobispo de Canterbury, entre otras personalidades políticas, religiosas y artísticas.
Existe también otro tipo de grupos neodruídicos, los reconstruccionistas celtas, que son aquellos que intentan reconstruir la creencia druídica basándose en la información existente que la literatura, historia y arqueología han aportado, tratando de evitar la mezcla con otros caminos y filosofías que los druidas románticos o eclécticos usan.
La última conexión con el druidismo antiguo se dio en Irlanda hasta el siglo VI, cuando se completó la conversión de la isla al cristianismo y los druidas dejaron de ser una élite político-religiosa.
El neo-Druidismo es una religión relativamente nueva, con no más de 300 años de existencia. Es reconocido como asociación religiosa desde el año 2004 en Québec (Canadá – Les druides du Quebéc), y desde diciembre de 2010 en España (Orden Druida Fintan). Desde octubre de 2010, (Druidnetwork), Inglaterra concede al druidismo los mismos derechos y obligaciones que las grandes religiones.
Creencias
En el neodruidismo coexisten varios grupos, y a menudo con diferentes creencias entre sí, ya que tampoco existió un solo pueblo celta sino varios pueblos celtas con varios panteones y diferentes creencias. Los registros hablan de más de 400 dioses celtas, pero existieron cultos pan-célticos a algunos dioses principales. Tampoco hay un solo camino del druidismo, si no varios: el irlandés, bretón, gales, galo, etc., por lo que cada tradición, dependiendo de su zona de orígen, tiene su propias creencias, rituales y finalidad, siempre tratando de evitar las estructuras dogmáticas. De hecho, es un principio central de muchos grupos druídicos que no debe haber dogmas. No hay autoridad central sobre el movimiento, ni ningún líder histórico o religioso.
Las siguientes creencias pueden considerarse comunes o mayoritarias entre los neodruidas:[cita requerida]
• Creen en uno o varios Dioses o Diosas, favoreciendo el Panteón Celta; pudiendo estos manifestarse de muchas maneras durante su vida;
• Honran a sus antepasados y buscan su conocimiento y sabiduría diariamente;
• Creen en la inmortalidad del alma;
• Creen que la humanidad incluye tres partes: Cuerpo, Mente y Alma;
• Velan por el equilibrio, teniendo en cuenta el equilibrio interno entre las tres partes que conforman al ser humano;
• Creen que en el espíritu del AWEN o IMBAS (el nombre depende de la tradición): el espíritu fluido, la energía que fluye de los dioses a los humanos para aportarles la inspiración;
• Creen que el ser humano es cocreador con los Dioses, entienden que esta cooperación es una responsabilidad para con el medio ambiente, para con los seres vivos y con ellos mismos;
• Ven la ciencia, religión y magia como sabiduría viviente, en armonía con el Universo y su lugar dentro de él;
• Creen en la magia, la cual se define como: la habilidad que a través de un apropiado entrenamiento, conocimiento e intención puede modificar el entorno, trabajando con las leyes naturales para ayudarnos en cualquier circunstancia que suceda en nuestras vidas. No son creencias en supersticiones o hechizos, sino de que todos formamos parte de la divinidad, de la energía de la creación.
Tipos de druidismo
Los grupos neodruídicos se pueden clasificar en cinco categorías principales:[cita requerida]
• Druidas esotéricos: continuadores de la doctrina de John Toland. Basados en el deismo y otras tendencias esotéricas.
• Druidas masones: continuadores de la doctrina de Henry Hurle, que contiene influencias masónicas, en especial su ritual está inspirado en la masonería escocesa, exponentes: The Ancient Order of Druids in America, Hermetic Order of the Golden Dawn.
• Druidas Románticos o Revitalistas: Tienen su origen en los movimientos revitalistas del siglo XVII y XVIII, uno de los mayores exponentes de este movimiento fue Iolo Morganwg, cuyos textos están influenciados por la corriente nacionalistas galesas de esa era. Los principales exponentes son la Ancient Order of Druids y The Order of Bards, Ovates and Druids fundada por Ross Nichols:
• Órdenes reconstruccionistas: Druid order of WhiteOak; Henge of Keltria; Ar nDraiocht Fein; Ord Draiochta Na Uisnech.
• Druidas del National Gorsedd of Wales, asociación cultural parte del National Eisteddfod of Wales, cuya finalidad es conservar y alentar las tradiciones culturales y lingüísticas de Gales.