La sociedad celta ha desaparecido, pero su cultura (la cultura celta) no.
El druidismo es un mundo de visiones, viajes a otros mundos, maestros ancestrales, vidas pasadas y Dioses que son antiguos y modernos al mismo tiempo.
Es la búsqueda de la inspiración, de la belleza del mundo natural, de las relaciones sinceras y la búsqueda de nuestros antepasados.
Es una reconexión con el mundo natural y los ciclos del tiempo… con los procesos de cambio. Nacimiento, muerte y renovación a través de los ciclos naturales, de las estaciones y las fases de la luna. Y una curación de todos los aspectos del ser.
Tiene sus raíces en la tierra, en la interrelación entre la tierra, las montañas, los ríos, los animales… Arraigada en la cultura celta, tiene una base animista.
Ahora, el druidismo se ha adaptado a nuestro tiempo pero sin perder su autenticidad. La estructura social en la que apareció, ha desaparecido pero seguimos aquí y ahora en una nueva estructura social. Este poder estar aquí y ahora. En parte, se lo debemos a Jung y a “su” inconsciente colectivo. A esos arquetipos, a esos patrones primarios de consciencia, a esos misterios numinosos.
Para entender el druidismo hemos de conocer la cultura celta, sus arquetipos y símbolos ya que una cultura no necesita de una sociedad para existir. Y el druidismo sigue existiendo adaptado a nuestros tiempos, porque es una cuestión transpersonal y ligada a nuestra psique.
Personas y animales hablan entre ellos. Se mimetizan.
Los árboles tienen su propio lenguaje.
Hemos de seguir reavivando el fuego.
© Morganna Barcelona – Grove Keltoi Albannach.