Mitología germana

La mitología germana es el conjunto de creencias profesadas por los antiguos pueblos germánicos antes de su cristianización, en diferentes regiones del Norte de Europa, como la antigua Germania, Escandinavia, Islandia, las islas Orcadas y Shetland, la costa más meridional de Escocia o la parte oriental de Inglaterra.

La mitología germánica se subdivide, debido a sus múltiples orígenes, en tres grupos diferentes: La mitología anglosajona, que tiene su origen en las tradiciones paganas que portaron los anglos, jutos y sajones a la isla de Britania durante la colonización de su parte oriental en el siglo VI. La mitología alemana, compendio de creencias que profesaban los pueblos germanos que vivían en la actual Alemania antes de su cristianización, y la mitología nórdica o escandinava, radicada fundamentalmente en Escandinavia y posteriormente en Jutlandia e Islandia y que fue el último sistema de creencias de origen germánico en ser desplazado por el cristianismo entre los siglos IX y XI, no sin antes ser compilados la mayor parte de sus mitos por Snorri Sturluson en sus poemas, las Eddas (divididas en Edda Mayor y Edda menor), en el siglo XII.

Deidades Masculinas:

  • Wōðanaz, «señor de la inspiración poética/mántica», «Mercurio germánico», nórdico Óðinn (a menudo inglesado Odin o, especialmente en los textos más antiguos, Othin), inglés antiguo Woden , antiguo alto alemán Wuotan.
  • Þunraz, «trueno», «Júpiter germánico», nórdico Þórr (Thor), germánico occidental Donar, inglés antiguo Þunor.
  • Tîwaz, dios de la guerra y posiblemente temprano dios del cielo, «Marte germánico», nórdico Týr y posiblemente Tir, inglés antiguo Tiw, antiguo alto alemán Ziu , continúa del indoeuropeo Dyeus .
  • Ermunaz, dios sajón (especulativo, basado en el Armenon de Nennius ). La palabra significa «fuerte» o «exaltado» (antiguo alto alemán Ermen, nórdico antiguo Jǫrmaun o Jörmun , inglés antiguo Eormen ).
  • Wulþuz, «glorioso», posiblemente originalmente un epiteto, mencionado en la chapa de Thorsberg, continuado en nórdico como Ullr.
  • Ingwaz o Inguz, identificado con el dios abordado como Fraujaz «señor» (antiguo alto alemán Frô , gótico Frauja , inglés antiguo Frēa, nórdico antiguo Freyr)

Deidades Femeninas:

  • Nerþuz, descrita por Tácito como la Madre Tierra, posiblemente continuó en nórdico Njǫrðr (Njord, Njorth).
  • Frijō, «esposa»(específicamente la esposa de Woðanaz), inglés antiguo Frige, nórdico Frigg, cf. sánscrito Priyā «amante, esposa».
  • Fraujō, hija de Njǫrðr, nórdico Freyja, antiguo alto alemán Frouwa, inglés antiguo Freo que significa «joven», cf. gótico Fráujo «señora, señora», alemán «Frau», sueco, danés y noruego «Fru».
  • Fullō, diosa -o dios *Fullaz- de la riqueza, abundante. Corresponde al nórdico Fulla.
  • Wurdiz, «destino», los nórdicos Urðr (Urd, Urth), inglés antiguo Wyrd.
  • Sōwilō, el Sol, nórdico Sól , inglés antiguo Sunne, antiguo alto alemán Sunna.

Semi-dioses o héroes:

  • Auzawandilaz , inglés antiguo: Eärendel; nórdico antiguo: Aurvandil; Lombardo: Auriwandalo; antiguo alto alemán: Orentil, Erentil; latín medieval: Horuuendillus, la estrella de la mañana(?).
  • Gautaz, inglés antiguo: Geat; Nórdico antiguo: Gautr, antepasado mítico de las casas reales.
  • Wēlanduz, inglés antiguo: Weland; nórdico antiguo: Völundr, Velentr; antiguo alto alemán: Wiolant; desde *Wela-nandaz, lit. «Batalla valiente», [ 1 ] un herrero mítico o elfo.
  • Agilaz, inglés antiguo: Ægil; alamán: Aigil; nórdico antiguo: Egil, un arquero mítico.

Razas míticas:

  • Thurisaz: gigantes.
  • Dwergaz: enanos.
  • Albaz: elfos.
  • Nikwuz: espíritus del agua.

Cosmología:

  • Medjanagardaz: mundo habitado.
  • Haljō: inframundo.
  • Muþspell (ver Muspilli y Muspelheim ): mundo desastroso.

El mundo feérico:

Dentro del folclore de los antiguos germanos, jugaban un papel muy importante los elfos (Elfen o Elben), cuyo nombre está emparentado con el latín albus (blanco), y que consistían en criaturas blancas, benéficas, que se contraponían a otros seres malignos como los enanos. Goethe escribió un poema llamado «Erlkönig» dedicado al rey de los elfos, sin embargo «Elvenkönig» es la palabra adecuada para «rey de los elfos» en alemán. Esta confusión surgió debido a que Goethe, al escribir su poema, se inspiró en un poema que Herder llamó «Erlkönig» en alemán debido a que lo tradujo mal de «Ellerkang», que en danés significa «rey de los de siempre».

Nibelungos, enanos y otros espíritus de la tierra:

En el interior de la tierra viven todo tipo de espíritus que se dedican a la minería y la metalurgia. Los enanos (Erdzwerge) son los más conocidos. Se les describe como criaturas de pequeña estatura y aspecto rechoncho, que portan ropas de color gris y marrón, así como capuchas puntiagudas. De hábiles manos, han elaborado múltiples tesoros, que otorgan a los que los encuentren innumerables riquezas y la llave de la soberanía del mundo.

La brujería en Alemania:

La cristianización nunca fue completa en Alemania y durante siglos pervivieron multitud de creencias y ritos paganos. Las tradiciones de la sabiduría popular fueron conservadas por mujeres que vivían al margen de la sociedad medieval y que actuaban ejerciendo como sanadoras, adivinas o incluso parteras. Conforme el poder de la Iglesia y el Papado fue aumentando a lo largo de la Baja Edad Media disminuyó la tolerancia respecto a aquellas personas situadas fuera del orden establecido, como los herejes (cátaros, husitas) o las brujas, que sufrieron violentas persecuciones. Uno de los grandes hitos en esta ofensiva contra las prácticas de las brujas lo constituyó la publicación en 1487 por los dominicos Heinrich Kramer y Jacob Sprenger del manual Malleus Maleficarum, que constituía un compendio de los procedimientos a seguir en los juicios de brujas.

La Reforma protestante, lejos de acabar con la persecución de las brujas, la hizo aún más cruenta. Se estima que el número de brujas quemadas por las autoridades de la Alemania protestante fue superior al de las víctimas de los Autos de Fe inquisitoriales en toda Europa. Lutero, Calvino y Zuinglio fueron grandes partidarios de la persecución brujeril.

Las brujas alemanas celebraban su aquelarre anual la noche de Santa Walpurgis (30 de abril) en las laderas del monte Harz (que hoy en día separa los Länder de la Baja Sajonia y Sajonia-Anhalt. Sus rituales fueron descritos magistralmente por Goethe en su obra cumbre, Fausto, en uno de cuyos capítulos hace viajar a éste con Mefistófeles (uno de los pseudónimos del diablo) al monte Brockensberg, en el Harz.

Se trata de una fiesta que hunde sus raíces en el antiguo foklore pagano. Originalmente se trataba de una celebración dedicada a la diosa de la fertilidad Walburga y se celebraba, al igual que el Beltaine céltico, la primera luna nueva posterior al equinoccio de primavera. Con la introducción del calendario gregoriano, la fecha de esta festividad se fijó de una manera definitiva el 30 de abril.

Con la intención de privar a esta fecha de toda reminiscencia pagana, la Iglesia la consagró a Santa Walpurgis, abadesa del monasterio de Heidenheim (Franconia), que fue canonizada según el 1 de mayo del año 870. Hoy en día se la considera protectora frente al mal de ojo y otras maldiciones de las brujas.

Las tradiciones mágicas del invierno:

Hemos de citar las tradiciones de las Doce Noches (die Raunächte) y la de la Cacería Salvaje (Wilde Jagd), que es el origen remoto del Weinachtsmann alemán y el que posteriormente se convirtió en el Santa Claus norteamericano.

Fuente: Enciclopedia de las mitologías.

© Morgana Barcelona

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