TRIBUS CELTAS

 

La evidencia arqueológica más cercana asociada con los celtas se sitúa en lo que ahora es Francia y el oeste de Alemania a fines de la Edad de Bronce, alrededor del año 1200 a.C. a principios de la Edad de Hierro se asociaban con la cultura Halstatt (siglo VII – VI a.C.), llamado así por un lugar arqueológico en el norte de Austria. Probablemente comenzaron a asentarse e las Islas Británicas durante ese período. Entre el siglo V y I a.C. sus influencias se extendieron desde la actual España hasta las costas del Mar Negro. Esta fase final de la Edad de Hierro es llamada La Téne, por un lugar situado en Suiza.
Con el tiempo los celtas significaron un grupo étnico o subraza poseedor de una lengua distintiva.
CULTURA
Además del enorme territorio que ocuparon en el pasado, los celtas se constituyeron en las raíces de los pueblos de Escocia, Irlanda, Gales, la isla de Man, Cornualles, Bretaña, Galicia y parte del norte de Italia. Su cultura dejó una notoria y silenciosa influencia en Occidente; esta profunda huella esta caracterizada principalmente por la relación que existe entre el celtismo y la galleguidad (tema abordado por Manuel Castro).
Se trata de una familia de gentes que se movieron constantemente a lo largo de su historia adaptándose constantemente a parámetros nuevos. Esto deja asentado el gran poder de adaptación que tenían a las distintas culturas; debido a su rápido movimiento y gran expansión geográfica; sin dejar de lado la gran disparidad que existía entre los mismos celtas a través del tiempo y de los distintos lugares físicos.
En la cultura celta podemos detectar una casta de hombres representante del estrato superior de la sociedad, dicha casta constaba de cuatro categorías: estudiantes (aspirantes a druidas), los adivinos, los vates, los bardos y finalmente los verdaderos druidas, los únicos que vestían las famosas túnicas blancas.
Los celtas contaban con una cultura en la que se practicaban rituales de gran importancia y gran sentido simbólico, a través de los cuales se lograba la internalización de la cultura celta, en donde los mitos desempeñaban un papel fundamental.
CARÁCTER Y COSTUMBRES
Su carácter era sumamente guerrero y aunque en un principio formaban un pueblo de pastores que conducían en sus emigraciones, después al hacerse sedentarios tuvieron que luchar tanto por la conquista como por la defensa de los territorios ya conquistados, de los cultivos y de sus rebaños.
Combate:
Eran impetuosos en el combate, pero su exaltación les impedía ser previsores y proceder en la guerra con arreglo a un plan. Preferían la muerte a la pérdida de la libertad y llevaban el orgullo del valor hasta desafiar la muerte desnudándose en pleno combate o agrandándose las heridas recibidas, y si veían en peligro la vida de sus hijos o esposas les daban muerte.
Características:
En la vida ordinaria eran sencillos y leales. Tenían afición al vino y eran arrogantes, pendencieros y crédulos. Solían rasurarse la barba dejándose el bigote y la cabellera larga como los germanos. Su vestimenta en un principio estaba hecha de pieles, pero después comenzaron a usar una especie de túnica, una capa de lana con capucha y bragas; se adornaban con joyas de oro, plata, bronce, brazaletes, cadenas y otros adornos.
IDIOMAS
Hablar de los idiomas celtas es conocer la expansión geográfica de estos pueblos, manera en que expresaban sus idas y sentimientos, cuales eran los modismos de su idioma, su entonación y fonética, su estructura y sus reglas gramaticales, y todo aquello que revele como era la concepción intelectual y espiritual de los celtas.
La disparidad existente entre los mismos celtas también se veía reflejada en su idioma; por ejemplo, no fue semejante el idioma de los celtas en Irlanda en el siglo VII al idioma en el mismo lugar trescientos años antes de Cristo; al igual que no era idéntica la forma del castellano en la Castilla del Cantar del Mio Cid del siglo XII, al que se habla, en esa misma zona en la actualidad.
También hay que considerar que nunca existió una unidad lingüística ni siquiera en un mismo período de tiempo, había una innumerable cantidad de dialectos que diferenciaban a los clanes celtas que habitaban el centro de Europa, el norte de la península Ibérica, la Galia (constituida por el norte de Italia, Francia, los Países Bajos y la zona alemana al oeste del Rhein), las Islas Británicas y parte de los Balcanes.
La ausencia de una tradición escrita existió hasta que las historias, leyendas, mitos y leyes celtas fueron transcriptas, en el siglo VII, por los monjes celtas de Irlanda.
La ausencia de una tradición escrita:
La tradición oral de la cultura celta no se debe al desconocimiento de signos gráficos utilizados para expresar significados, no es cierto que existiera una ignorancia de la escritura, sino que pasa por el misterio de la esencia de los “druidas”. Los druidas constituían el estrato superior de la sociedad celta, que eran sacerdotes, filósofos, sabios y poetas ala vez, quienes conocían la escritura y además sabían leer en griego y en latín. Así lo demuestra la existencia de un alfabeto druídico secreto, del cual se hará referencia más adelante.
La cuestión de la transmisión de valores, pautas y conocimientos esta ligada, en los celtas, al carácter iniciático del druísmo.
El carácter oral en esta cultura se acompañaba de un complejo sistema ritual y simbólico. Se apuntaba a una incorporación de los valores y los conocimientos con una particular disciplina que remitía a un estado vivencial de las enseñanzas. El iniciado al ingresar al múltiple lenguaje de signos, internalizaba la cultura celta, en donde los mitos desempeñaban un papel fundamental.
Una correlación se puede establecer con otras culturas, como aún se observa en el Islam, el Corán se aprende oralmente: el imán cantan y sus discipulos lo recitan. La transmisión poética, de la cultura y el conocimiento, en los celtas, igualmente fue análoga a la visión que poseían los griegos. El “mito”, como era entendido en la antigüedad, era una explicación de ciertos elementos no racionales que se ubicaban en otra dimensión humana, como el destino, el sentido de la vida, o la creación. El mito aparece como la creación de la especie. Esta analogía no culmina con la incorporación de la escritura como valoración cultural en el mundo griego, sino con la fe en la transmigración del alma, de la eternidad, y el carácter iniciático y secreto de los pitagóricos, parecido también a los sacerdotes egipcios.
Un legado lingüístico:
Para referirse al legado lingüístico de esta cultura se debe tener en cuenta que los celtas ocuparon la parte central de Europa durante 800 años, entre 700 a.C.y el año 100 d.C., y se extendieron desde Irlanda hasta las costas del Mar Negro. A lo largo de su historia y como consecuencia de las guerras, hizo que fueran acotándose sus territorios y que tuvieran que correrse a regiones ubicadas al oeste de Europa, sobre el océano Atlántico, como la Bretaña, Asturias, Galicia, norte de Portugal y las Islas Británicas. Otra consecuencia de estas luchas fue la modificación de parte de sus costumbres, que en varios casos alcanzó a la pérdida total de la lengua. Estos casos se dieron en el norte de las penínsulas Ibérica e Itálica, centro de Europa, la mayor parte de la Galia, parte de los Balcanes y el Asia Menor, donde sólo sobrevive la presencia lingüística en algunos nombres y palabras, y en mayor abundancia en la toponimia.
En Italia ha dejado, como uno de sus legados, el nombre de la ciudad de Venecia, el río Reno, y del valle donde se encuentra el Véneto, cuyo origen esta en el nombre de la tribu celta de los Vénetos.
El legado lingüístico de los celtas alcanza gran importancia cuando se toma en consideración que ha dado el nombre al país de Bélgica, propio de un clan celta de esa región conquistado por Julio César.
En Galicia, la ciudad de Lugo proviene de “Lug o Lugus”, un dios céltico, al igual que Lugdunum, antiguo nombre de la ciudad francesa de Lyon.
A la suma de todos esos dialectos perdidos se los denominó como idioma “galo”, para los celtas occidentales; e idioma keltoi para los celtas orientales.
El alfabeto secreto
Este alfabeto secreto es conocido solo por druidas, es conocido como el “alfabetoOgham” (atribuido a Ogmios, un dios galo).
Aparte de verificar que los druidas conocían la escritura, este fragmento permite también entender el carácter iniciático del druidismo. Para Julio César esa desconfianza sobre la escritura se debía a dos razones: 1) porque no querían que su sistema de entrenamiento se divulgara entre la gente común, y 2) porque el estudiante podía confiarse en la palabra escrita y olvidarse del ejercicio de la memoria.
Este alfabeto fue usado siempre por los druidas en forma secreta, hasta el siglo VIII, luego que una encarnizada persecución, por parte de los monjes Irlandeses, finalmente logró erradicarlo en las islas Feroë.
La huella que dejaron aún persiste en el idioma, pese a que la conquista vikinga (aproximadamente en el año 1000) propició el nacimiento de un nuevo idioma; y aunque esta estrechamente relacionado con el noruego medieval y con el islandés, ha conservado palabras y formas celtas heredadas de los primeros habitantes.
Los idiomas celtas sobrevivientes
En la actualidad las lenguas celtas que sobrevivieron son seis, y están divididas en dos grandes grupos conocidos como la “q-céltica” y la “p-céltica”. La descripción de estos idiomas fue realizada según la ubicación geográfica, dividiéndolos en “insulares” (la q-céltica) y en continentales (la p-céltica).
  • La q-céltica : también recibe el nombre de gaélico o simplemente “irlandés”, integrado a su vez por el irsh gaël, el scott gaël y el manx.
Irish gaël: Así se llamó a la lengua hablada en Irlanda, y esta caracterizada por las variantes producidas en sus cuatro períodos históricos.
Inscripciones Oghámicas, entre los 300 y 500 d. C.
Irlandés arcaico, entre el 600 y 900 d. C.
Irlandés medio, del 900 al 1200 d. C.
Irlandés moderno desde el 1200 a nuestros días.
Cuando se cristianiza Irlanda sucede un acontecimiento fundamental: nada menos que el registro escrito de la tradición oral en alfabeto latino, realizada por los monjes celtas irlandeses.
Scott gaël: lengua hablada en Escocia, aprincipios de siglo se registraron 230.000 personas que hablaban el scott gaël; actualmente se registran aproximadamente 80.000 personas. Esta lengua desciende del irlandés antiguo y obtuvo, entre otras cosas, tiempos verbales futuros, aspectos que el irish arcaico no poseía.
Manx: idioma propio de la Isla de Man. En 1909 había 4.419 personas que lo hablaban, todos bilingües, por lo que se consideró extinguido al no existir quienes lo utilicen como su único lenguaje.
  • La p-céltica: También llamado brython o sencillamente “británico”, esta compuesto por el cornish, el welsh y rl bretón que es el único lenguaje celta continental, los otros pertenecen a los pueblos de las islas Británicas.
El sistema de vocales perdió numerosas vocales intermedias, y como consecuencia de la adopción, por los celtas, del alfabeto latino para escribir en su idioma también se produjo la desaparición de los sustantivos declinativos, aunque mantuvo todo el sistema inflexivo de verbos, y la pérdida de algunas sílabas terminales y vocales intermedias y finales.
Welsh: lengua hablada en Gales; en el siglo VIII, época en que se estima que fue su separación del tronco celta arcaico. Es hablado por 650.000 personas en Gales y otros 50.000 en las colonias galesas en el extranjero. Se lo divide en tres períodos antiguo, medio y moderno welsh).
Bretón : Fue originado en las costas de Bretaña por la combinación del cornish y las primeras etapas del francés. Actualmente es utilizado por 45.000 personas.
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