Hay gente que cree que el culto a la Diosa es simplemente un tipo de culto a la Luna, pero no es cierto. Nosotras adoramos a la Diosa no por su luz, sino por su increíble poder, por sus hechos. La Luna controla las mareas del océano. Sin agua no hay vida.
Por esta especial relación entre la Luna y la Tierra, ella recibe gran parte de nuestra atención.
Representamos y reverenciamos lo que Ella hace; adoramos la manera de la que Ella influencia y manifiesta la vida; intentamos aprender de Ella los modos de vivir más sanos, más felices y más espiritualmente satisfactorios.
La gran cazadora, Diana, es la diosa de la luna. Ella rige la vida salvaje, los ciclos menstruales y la concepción de los niños, y por eso es de particular relevancia para las mujeres.
La Luna (El poder mágico de las mujeres, Z. Budapest)
http://morganabarcelona.com
Pingback: Historia de sanadoras XIV | energiaerotica