Coge un espejo y mírate. Sí… mírate a los ojos. Díte a ti mism@ la verdad. La verdad de todo:
– A quién has utilizado.
– De quién te has aprovechado.
– A quién has mentido.
– De quién has mentido.
– A quién has juzgado.
– Porqué le has juzgado, argumentos.
– Cómo has actuado.
Ahora, mira más adentro. Desde el iris hacia adentro… tú puedes. ¿La ves? ¿Ves a tu conciencia? Pues ahora pregúntale si está tranquila dentro de ti.
Cuando te responda, vuelve a mirarte a los ojos con normalidad si es que puedes.
© Morganna Barcelona.