DESMITIFICANDO LA VELA NEGRA


La vela negra al contrario de lo que algunas pseudobrujillas hacen creer es una vela tan positiva como poderosa, pero es una de las que con más cuidado debe usarse. Esta representa tanto la unión de todos los colores como la ausencia de colores, la nada, el vacio, lo desconocido, lo difícil, el infinito, el principio del principio, La Luna Nueva o Negra.

A pesar de ser un color generalmente marcado por sus connotaciones macabras, por representar el luto y por la imagen negativa de la magia negra, en el contexto de la magia es un color positivo puesto que, al contener todos los colores, es utilizado para recoger toda la energía negativa y eliminada del entorno donde se desarrolla la ceremonia ritual de invocación.
La vela negra sirve de ayuda para abrirse camino entre la oscuridad de las tinieblas, para neutralizar situaciones negativas tales como males de ojo y conjuros de magia negra. Un ritual hecho con una vela negra nos permite aplacar a personas rebeldes y controlar situaciones agitadas.

Aunque tenga muchas aplicaciones, es una vela difícil de trabajar. Principalmente sólo la recomiendo para realizar trabajos de limpieza y eliminar negatividad, en luna cuarto menguante y en Sábado. Y cuando esté a punto de terminarse, encender una vela blanca con la llama de la negra y clavarla encima para que termine de limpiar y neutralice lo que hayamos podido recoger con la negra.

La magia no es la solución sino una ayuda para potenciar los resultados. Si se apaga o llora demasiado su utilización es inútil.

Estas son sus características principales.

Amor: Principalmente separaciones, divorcios, independencia y liberación. No es redomendable su uso en este aspecto.

Salud: los efectos benéficos de la vela negra se relacionan con la capacidad purificadora de los sistemas linfático, nervioso y excretor del ser humano y también actúan sobre problemas del sistema óseo, enfermedades crónicas de difícil solución, enfermedades graves o terminales. Regenera tejidos, cura heridas, aleja tumores y previene males mayores.

Dinero: No hay que pedir a la vela negra en este campo, porque al final el pago será poco beneficioso para nosotros.

Espiritualidad: Nos ayuda a deshacernos de los lazos carnales de nuestro cuerpo. La vela negra es una excelente ayuda para reconocer los karmas que pesan sobre nosotros. Limpia negatividades en personas y lugares.

Color: el negro es el complementario del blanco y se utiliza en la ceremonia de invocación como vela de acompañamiento, para reforzar la fuerza de la vela principal ayudándola a llegar al objetivo propuesto.

Día: el día de utilización preferente es el Lunes y en fase lunar de cuarto mengüante o Luna Negra, cuando termina la jornada laboral y cuando más convenga limpiar de impurezas el entorno para poder captar sin interferencias la energía positiva. Si se usa sólo para meditar se puede usar en Sábado. MAYOR POTENCIA: Lunes de Luna Nueva.

Hora: la hora recomendada es la primera de la mañana, cuando acaba de desaparecer la noche y la fuerza del Sol y de la luz empieza a elevarse sobre el horizonte.

Número: el número guía indicado compatible con la vela negra es el ocho, que representa el infinito, la justicia y el triunfo sobre las tinieblas. En la religión budista representa los senderos del Señor.

Perfume e incienso: tanto uno como otro se recomienda que sean de orquídea. Es el más indicado para ungirse las manos antes de iniciar el ritual y para quemar, puesto que el proceso de combustión eliminará la negatividad del lugar donde se celebre la ceremonia. También la esencia de amapola.

Piedra: el coral negro, una estructura calcárea segregada por los animales del mismo nombre, que llegan a constituir arrecifes e incluso islas, es el más indicado para la ceremonia aunque será de muy difícil localización por su rareza y carestía.

Planeta: a los efectos de la magia de las velas, la Luna recibe la consideración de planeta y es precisamente el satélite de la Tierra el que corresponde a la vela blanca, pero también a la negra, en referencia a su cara oculta. La Luna representa la fuerza que nace del interior, la que engendra y la que intercede por la humanidad. También ejerce su influencia en las mentes de las personas, en este caso liberándolas de influencias negativas.

Signo astrológico: Capricornio es el signo del zodíaco que mejor define las características y simbología que se le atribuyen a la vela negra.
Capricornio es un signo inestable, capaz de lograr lo mejor pero también de caer en desgracia, y por ello la vela negra ayuda a eliminar la parte negativa que existe en el entorno e incluso en el interior del individuo para quien se realiza la invocación.

REFUERZOS: no precisa de grandes refuerzos: carbón encendido, carbón vegetal o mineral, vara de avellano, fragancias nocturnas, una copa de vino negro, noches de tormenta.

Es más fuerte en:

– Luna Negra.

– Signo: Cáncer, Escorpio y Piscis.

– Chackra: tercer ojo (glándula pineal).

©  Morgana Barcelona.

Esta entrada fue publicada en MAGIA, RITUALES, VELAS. Guarda el enlace permanente.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *