La relación entre Wicca y Cristianismo siempre ha sido mas que accidentada. Los origenes de esta animosidad entre las dos religiones son bastante claros. durante la cristianización de Europa, se realizó un proceso habitual: los Dioses de las Antiguas religiones pasaron a ser los demonios de la nueva, y los sacerdotes identificaron al Satán de las Escrituras con el Dios Astado del Paganismo, también llamado Cernunnos, similar en apariencia al Dios Pan de los Griegos (itifálico, patas de cabra, cuerpo velludo, cornamenta de ciervo o macho cabrio).Al ir convirtiéndose el critianismo en la religión mayoritaria entre las clases altas, y con el advenimiento del sistema feudal durante la Edad Media, una religión como la pagana, con su constante celebración de la vida y su hincapié en la responsabilidad del individuo sobre su propio destino se convertía en algo poco deseado. La razon es muy simple: si cada uno era responsable de sus propias acciones y vida, todo el perverso sistema feudal de dominio sobre la tierra, vida y personas de los siervos se caía a pique, sin tener como base el derecho divino. En contrapartida con esto, existe documentación de los países celtas paganos, más específicamente de Irlanda, sobre el derecho de cada habitante del pais de poseer su propia tierra, enumerando luego toda una serie de derechos de los habitantes, que salvando distancias es asombrosamente parecido a la actual Declaración de los Derechos Humanos. Como vemos, una postura completamente distinta.De todas formas, en Diciembre del año 1484 el papa Inocencio VII promulgo su famosa bula, y dos sacerdotes nombrados inquisidores, llamados Heinrich Kramer y Jakob Sprenger se encargaron de escribir el «Malleus Maleficarum» un detalle de los procedimientos a usar para hacer confesar a las llamadas «brujas». Procedimientos que incluían, entre otras delicadezas, el colgar a la víctima, rapandole el cabello y vello corporal en busca de manchas o «pezones del diablo» (simples verrugas usualmente ubicadas en las axilas o ingles) que probaran su filiación con Satanás. Uno podría pensar que la falta entonces de lunares o distinta pigmentacion en la piel garantizaba la inocencia. Nada más lejos de la realidad. La condición inmaculada de la piel se consideraba tan satánica como lo anterior. Lo cierto es que la condena o no estaba mas basada en quién y cómo se había hecho la acusación, y no en las pruebas. Tengamos en cuenta también que luego de diversas torturas como hierros al rojo y botas que quebraban todos los huesos de las piernas, casi cualquiera confesaría cualquier cosa.Pero no es mi objetivo el hacer un recuento de una de las peores y más prolongadas matanzas de que la humanidad tenga memoria. Existe material al respecto, perfectamente documentado, disponible para cualquiera que esté interesado en informarse más a fondo.
En la actualidad, las relaciones entre Paganismo y Cristianismo no han mejorado mucho, aunque haga ya aproximadamente un siglo que no se mata o encarcela a nadie bajo la acusacion de brujería. Se está haciendo costumbre entre los grupos fundamentalistas el arengar en contra del paganismo. Lo cual, si se mantuviera únicamente entre los miembros de la religión o al intentar «llevar la Palabra» ocasionalmente a algun pagano aislado, no estaría del todo mal. El problema empieza al declarar la guerra a los «satánicos» en base a hechos sacados de contexto y datos que no tienen ningún asidero histórico. Y lo que debiera ser una convivencia pacífica se transforma en una declaracion de guerra.
De más esta decir, no sostengo que la actual política del cristianismo en general sea desatar otra caza de brujas al mejor estilo de la histeria colectiva de Salem. Si no simplemente que esas son las arengas que se difunden desde algunos sectores, sin el menor respeto por una religión tanto o más antigua que el judaísmo, no hablemos ya del mismo cristianismo, y sin la menor informacion REAL. Como ejemplo de lo que podría ser una convivencia pacífica, pongo parte del nuevo catecismo Católico Apostólico Romano, que si bien declara pecado mortal el servirse de prácticas tradicionales en el paganismo como la adivinación o la magia, lo hace así para sus propios creyentes Es decir, si uno es católico, acepta la postura del catolicismo al respecto.
Las influencias de las costumbres llamadas «paganas» sobre el cristianismo son innegables para cualquiera que se haya tomado el trabajo de verificar las mismas sin condenarlas de antemano. Como ejemplo claro de esto se puede citar la celebracion de Navidad el 24 de Diciembre, fecha asombrosamente cercana a la de Yule, la fiesta celta del renacimiento del Dios. Otro ejemplo posible es el de la comunión, costumbre ésta tomada de los antiguos egipcios, quienes también efectuaban la transubstanciación del pan, tal y como hoy en día es dogma para la Iglesia Católica. Y si hacemos una investigación con rigor histórico y antropológico, nos encontraremos que el mito del Dios Sacrificado y luego Resucitado es habitual en todo el Medio Oriente. Hay muchísimos estudios serios hechos sobre la relación entre las festividades cristianas y las festividades paganas anteriores. Pero una razon más que coherente la da el haber querido facilitar la conversión de nuevos adeptos utilizando las mismas festividades que la religión a la cual ya estaban acostumbrados.
Como cualquiera que haya leído los puntos fundamentales se dará cuenta, la convivencia entre ambas religiones es perfectamente posible, aunque obviamente no la postura de ser de ambas. Esperemos que la gente entienda esto, y un futuro no muy lejano nos encuentre conviviendo en armonía.
En la actualidad, las relaciones entre Paganismo y Cristianismo no han mejorado mucho, aunque haga ya aproximadamente un siglo que no se mata o encarcela a nadie bajo la acusacion de brujería. Se está haciendo costumbre entre los grupos fundamentalistas el arengar en contra del paganismo. Lo cual, si se mantuviera únicamente entre los miembros de la religión o al intentar «llevar la Palabra» ocasionalmente a algun pagano aislado, no estaría del todo mal. El problema empieza al declarar la guerra a los «satánicos» en base a hechos sacados de contexto y datos que no tienen ningún asidero histórico. Y lo que debiera ser una convivencia pacífica se transforma en una declaracion de guerra.
De más esta decir, no sostengo que la actual política del cristianismo en general sea desatar otra caza de brujas al mejor estilo de la histeria colectiva de Salem. Si no simplemente que esas son las arengas que se difunden desde algunos sectores, sin el menor respeto por una religión tanto o más antigua que el judaísmo, no hablemos ya del mismo cristianismo, y sin la menor informacion REAL. Como ejemplo de lo que podría ser una convivencia pacífica, pongo parte del nuevo catecismo Católico Apostólico Romano, que si bien declara pecado mortal el servirse de prácticas tradicionales en el paganismo como la adivinación o la magia, lo hace así para sus propios creyentes Es decir, si uno es católico, acepta la postura del catolicismo al respecto.
Las influencias de las costumbres llamadas «paganas» sobre el cristianismo son innegables para cualquiera que se haya tomado el trabajo de verificar las mismas sin condenarlas de antemano. Como ejemplo claro de esto se puede citar la celebracion de Navidad el 24 de Diciembre, fecha asombrosamente cercana a la de Yule, la fiesta celta del renacimiento del Dios. Otro ejemplo posible es el de la comunión, costumbre ésta tomada de los antiguos egipcios, quienes también efectuaban la transubstanciación del pan, tal y como hoy en día es dogma para la Iglesia Católica. Y si hacemos una investigación con rigor histórico y antropológico, nos encontraremos que el mito del Dios Sacrificado y luego Resucitado es habitual en todo el Medio Oriente. Hay muchísimos estudios serios hechos sobre la relación entre las festividades cristianas y las festividades paganas anteriores. Pero una razon más que coherente la da el haber querido facilitar la conversión de nuevos adeptos utilizando las mismas festividades que la religión a la cual ya estaban acostumbrados.
Como cualquiera que haya leído los puntos fundamentales se dará cuenta, la convivencia entre ambas religiones es perfectamente posible, aunque obviamente no la postura de ser de ambas. Esperemos que la gente entienda esto, y un futuro no muy lejano nos encuentre conviviendo en armonía.
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