El copal (nahuatlismo de copalli) es una resina vegetal del árbol del género Bursera. En la época prehispánica se le conocía como copalquáhuitl, “árbol de copal”, y a la resina como copalli, “incienso”. Según Francisco Hernández, protomédico e historiador de Felipe II, rey de España, este vocablo se utilizaba para designar a cualquier género de goma.
En la actualidad, la técnica para extraer la resina varía según el producto que se desee obtener. Por ejemplo, el llamado copal de piedra o goma se recolecta de la corteza del árbol. En cambio, el copal blanco o santo se extrae de forma muy similar a como se hace con el hule y el chicle: mediante cortes diagonales a lo largo del tronco o rama del árbol, de tal manera que caiga, y se recolecta generalmente en una penca de maguey colocada bajo la última incisión.
Los antiguos mayas utilizaban el copal en sus ceremonias religiosas, el cual obtenían del árbol Protium copal, también conocido como Elaphrium copal.
Se utiliza supuestamente para limpiar y purificar las energías de un lugar y de las personas que lo utilizan. Para diluir la resina generalmente se usa la esencia de trementina (destilación del bálsamo de pino), nuez o adormidera.
(Fuente: Wikipedia)
Uno de los inciensos mas utilizados por las antiguas culturas Mayas e Incas, estos últimos quemaban la resina en platos de oro como ofrenda al sol.
Cuando el copal se quema, su humo perfumado purifica el área circundante, alejando las vibraciones perturbadoras y negativas ayuda a tener un estado positivo .
Muchas son las virtudes del copal, en cada región del antiguo Anahuac se llegó a las mismas conclusiones, se emplea con el mismo fin, e incluso se considera un elemento que “enciende la luz interior” del ser humano. La resina del copalli es uno de los grandes dones que nos otorga la madre naturaleza, es un elemento sagrado en el pensamiento de los nativos de la ahora América, adecuado para ofrendar, para purificar y propiciar un dialogo del ser humano con el ámbito divino.
El copal posee cualidades especiales, ya que además de su grato aroma, es activador de la glándula pineal, por lo que los Mayas definen esa particularidad como «aquello que enciende el copal». Su aroma, su humo blanco, ha sido comparado con ciertas regiones Divinas, incluso con la facultad de «abrir camino», o bien de «ser conductor» o «permitir el acceso» , unir la tierra con el cielo.
Se quema copal con el fin de atraer las energías positivas.
(Fuente: Aroma Sagrado)