Sendas Druídicas – La Senda del Bardo.

 

¿Qué es un bardo? Una de las figuras clave dentro del mundo del druidismo es la de los bardos. Los bardos son considerados el primer escalón dentro del camino druídico. Actualmente, muchas tradiciones druídicas se establecen a raiz de tres grados, de los cuales  el primero es el bardo.

Estos tres grados de druidismo, tienen por una parte una raiz histórica y por otra una herencia más actual, proveniente de la reorganización del druidismo en épocas románticas y de influencias de masónicas de los recreadores del druidismo, tanto en figuras decimonónicas como Iolo o en figuras más actuales, como Ross Nichols.

Sin embargo, fuera de las influencias actuales, en los legados que el mundo antiguo nos ha dejado, podemos ver esta diferencia entre la casta druídica. Por ejemplo, tanto Diodoro como Estrabón, dividen a los druidas en tres categorías: bardos, ovates y druidas. Los bardos eran cantantes y poetas, los vates eran augures y filósofos de la naturaleza y los druidas quienes estudiaban la moral. En Irlanda se da la misma jerarquización: Drui, Bard y Fili. Los bardos son cantantes, poetas, los mantenedores de la tradición, los maestros de los jóvenes, jueces y demás. Pero un estudio de los mismos nos puede llevar más allá, o al menos a comprender qué significa exactamente esto. Porque las palabras de los bardos eran buscadas por los reyes, que deseaban sus alabanzas, y eran bien premiados, por el poder de sus palabras, pues una sátira salida de sus bocas podría provocar incluso la muerte.

 

En Gales hay asociaciones de Bardos desde el siglo XII hasta el siglo XVIII. La mayor influencia galesa en el druidismo se produce de mano de Edward Williams, más conocido como Iolo Morgwanwg, que toma por cierta la continuación ininterrumpida de los bardos en gales y creó la Asamblea de Bardos de Britannia, celebrando Gorsedd. Este gorsedd son los que crean la figura de los druidas vestidos de blanco, vates de verde y bardos de azul. Iolo crearía varios rituales druídicos.

Los reyes magos, por ejemplo, fueron transformados en Gales en poetas: bardos y sabios. Se identifica en Gales como jueces a los bardos y hay en el siglo XII referencias a los druidas como si aún existiesen por parte de poetas galeses, aunque no aparecen en el sistema legal galés, recodificado en el siglo X.

En Gales, hay evidencias de escuelas druídicas o de bardos, escuelas que pervivirían hasta el VI d.C. Lo habitual eran escuelas no fijas, no emplazadas en un lugar determinado, aunque hay algunas que si que fueron fijas.

Los bardos en Irlanda.

En Irlanda, los Filid (plural de Fili) son considerados poetas y reciben también el nombre de Seanchai (historiadores) o de Ollam (Doctores en poesía o poetas supremos).

El Ollam es el poeta supremo, la máxima dignidad de un fili. Ocupaba el puesto junto al rey.

El Seanchai (el título de historiador era conocido como Seanchai), debía estar versado en cronología, antigüedades y genealogías y conocer por lo menos trescientos cincuenta cuentos históricos de memoria, así como los derechos, deberes y demás detalles de los reyes celtas. Los seanchai recogían estos conocimientos en los dinnseanchas, que es como llamaban a sus relatos. Mucha de la historia celta que nos ha llegado es recogida como si hubieran sido de autores romanos, aunque los autores son de familia céltica. En la tradición celta, así como existen referencias explícitas a las bandruid, hay también referencias a  las banfilid, muchas veces como guardianas de fuegos sagrados

Ellos son quienes mantienen vivas la poesía, la historia, transmiten los mitos, el folklore, los rituales y la magia.

Se les considera también los mantenedores de las palabras mágicas u Ogham. Por ejemplo, hay  referencias a las bibliotecas realizadas en “varas de Fili”, ogham tallados en varas de avellano y álamo; las bibliotecas eran llamadas Tech Screpta.

En cuanto a las escuelas bárdicas, pervivieron más allá de siglo XVII, donde se graduaban poetas, historiadores, Brehon, doctores y otros. En el 574 d.C se aprobó la regulación de estas escuelas diseñados por el Ard-ollamh (archibardo o bardo jefe) de Irlanda. Estas escuelas bárdicas fueron la continuación de las escuelas druídicas. En estas escuelas se aprendían ciertos conjuros místicos, como el Glam Dicín o el Imbás Forosnai. La persecución de estas escuelas de formación a los irlandeses nativos se dio desde el 1310 hasta el siglo XVII y XVIII, cuando los profesores tuvieron que trasladarse a lugares ocultos para seguir dando clases a sus alumnos, hasta bien entrado el siglo XIX, en el que nuevamente pudieron dar clases abiertamente. Las escuelas bárdicas también estaban ligadas a las escuelas eclesiásticas, que impartían conocimientos similares, así como grados similares.

Los Filid: el poder de los bardos

Un fili, en Irlanda, era miembro de la casta intelectual, con funciones sacerdotales y seglares, quienes mantuvieron la llama del druidismo viva, más allá del ocaso de éstos, durante los primero siglos del cristianismo.

Aunque eran expertos en música y poesía, así como narradores de historias y conservadores de los mitos, también practicaban la adivinación. Su poder era tal, que se consideraba que a través de sus palabras, podían destruir reputaciones y causar incluso la muerte.

De hecho, había una diferenciación entre bardos y filid, pues se consideraba a los bardos una categoría inferior. La diferencia entre unos y otros era clara: los bardos estudiaban durante siete años y eran considerados una casta más baja y los filid estudiaban durante al menos doce años.

La iniciación de los filid y los bardos no era sencilla, ya que tenían que superar un periodo de aprendizaje de entre siete y doce años. Durante este tiempo, el aspirante a fili aprendía varios métodos de poesía, consevaba en su memoria genealogías completas, las narraciones de los héroes celtas y las artes mágicas de los Filid.

Los fili son considerados autoridades en la historia celta y los encargados de mantener la memoria de su pueblo, guardando memoria a través de la transmisión oral de hecho acaecidos con una anterioridad a trescientos años.

Mantenían un dialecto secreto (Beárla Feni, lengua del clan) que solamente ellos podían comprender. Algunos trabajos fueron escritos en esta lengua, que perduró hasta el siglo XVIII.

Tras el ocaso de los druidas, los filid mantienen el saber druídico y bárdico previo. Como casta, pervivieron durante mucho siglos en el sistema y ejercieron como poetas, videntes, maestros, etc.. hasta el mencionado siglo XVIII.

Las leyes y su administración estaban en sus manos, que como podemos ver, no eran sino otra forma de druidas. Posteriormente surge la figura de Brehon, el juez, para sustituir a los filid en estos menesteres legales. La acumulación de poder en manos de los filid llegó a considerarse peligroso, pues se administraba en su lengua secreta y en un lenguaje tan intrincado que solamente ellos eran capaces de reconocer. Durante el reinado de Connor Mac Nessa, debido a los abusos realizados les fue retirado el poder de aplicar las leyes, y sustituidos en ese aspecto por los Brehon.

Es más, durante mucho tiempo, son considerados los más poderosos después del rey. Al igual que los druidas mantendrían un tipo de enseñanza oral.

Cada Fili debía mantener y enseñar a un grupo de estudiantes y sus escuelas se basaban en la figura central de un maestro en concreto. Al final, los filid fueron convertidos en poetas de corte.

Un estudio sobre los bardos

Robert graves, en su Diosa Blanca, nos hace un estudio verdadermante interesante sonre los bardos: “La palabra «bardo», que en la Gales medieval equivalía a maestro en poesía, tenía un significado diferente en Irlanda, donde significaba un poeta inferior que no había pasado por los «siete grados de la sabiduría» que lo convertían en un ollave tras un curso muy difícil de doce años. La posición del bardo irlandés es definida en la Sequel to the Crith Gabhlach Law del siglo VII: «Un bardo es quien no posee más intrucción legal que la de su propia inteligencia»; pero en el posterior Book of Ollave (incluido en el Book of Ballymote del siglo XIV) se dice claramente que el hecho de haber llegado al séptimo año de su educación poética daba derecho a un estudiante a la dignidad de bardo. Había aprendido de memoria sólo la mitad de los cuentos y poemas prescritos, no había estudiado la prosodia avanzada ni la composición métrica y era deficiente en el conocimiento del goidélico antiguo. Sin embargo, el curso de siete años que había seguido era mucho más severo que el que se imponía en las escuelas poéticas de Gales, donde los bardos ocupaban una, posición proporcionadamente inferior. Según las leyes galesas, el Penkerdd, o bardo principal, era sólo el décimo dignatario de la Corte, se sentaba a la izquierda del heredero forzoso y se le reconocía la misma dignidad que al Herrero Mayor.

El interés principal del ollave irlandés consistía en depurar la compleja verdad poética para poder exponerla con exactitud. Conocía la historia y el valor mítico de cada palabra que utilizaba y tal vez no le preocupaba en absoluto la opinión que tenía de su obra el hombre ordinario; sólo valoraba el juicio de sus colegas, con quienes rara vez se encontraba sin que se produjese entre ellos un vivaz intercambio de ingeniosidades poéticas en versos improvisados. Pero no se puede pretender que fuera siempre fiel al Tema. Su educación, que era muy general, incluía la historia, la música, el derecho, la ciencia y la adivinación, lo que le estimulaba a versificar en todas esas ramas del conocimiento; de modo que con frecuencia Ogma, el Dios de la Elocuencia, parecía más importante que Brigit, la Musa Triple. Y es una paradoja que en la Gales medieval el admirado poeta cortesano se había convertido en cliente del príncipe al que dedicaba ceremoniosas odas mendicantes olvidando el Tema casi por completo, en tanto que el despreciado y no dotado ministril que parecía ser un mero cantor ambulante, mostraba la mayor integridad poética, aunque su poesía no estaba tan refinada.”

La pervivencia de los bardos

Una de las primeras evidencias de cómo funcionaban los Filid o bardos la tenemos en la imagen de los Awenydion, descrita en el siglo XII por Giraldus Cambresis, que explica como funcionan la poesía como método oracular: “Hay en Cambria ciertas personas, que no encontraréis en ninguna otra parte, llamadas Awenyddion, o personas inspiradas; cuando se les consulta sobre algún acontecimiento dudoso, rugen violentamente, se ponen fuera de sí y, por decirlo así, son poseídas por un espíritu. No responden a lo que se les pregunta de una manera coherente, pero la persona que las observa diestramente encontrará, después de muchos preámbulos y muchas peroratas ineficaces e incoherentes aunque ornamentadas, la explicación deseada comunicada en algún giro o palabra; luego despiertan de su éxtasis, como de un sueño profundo, y son, por decirlo así, obligados violentamente a recobrar sus sentidos. Después de haber respondido a la pregunta no se reponen hasta que los sacuden violentamente otras personas; ni pueden recordar las respuestas que han dado. Si se les consulta por segunda o tercera vez sobre el mismo asunto, emplearán expresiones totalmente diferentes; tal vez hablan por medio de espíritus fanáticos e ignorantes. Estos dones les son conferidos habitualmente en los sueños; algunos creen que les ponen en los labios leche dulce y miel; otros se imaginan que les aplican a la boca un papel escrito, y cuando despiertan declaran públicamente que han recibido ese don… Invocan, durante sus profecías, al verdadero Dios vivo, y a la Santísima Trinidad, y ruegan para que sus pecados no les impidan descubrir la verdad. Estos profetas sólo se encuentran entre los britones descendientes de los troyanos.”

El poder de los Filid es también conservado tras la desaparición del paganismo. Lo que puede parecer paradójico es que Columcille, obispo cristiano, fuera quien saliera en su defensa, pues aunque reconoce los abusos realizados por los filid, comprende que son una casta intelectual. Pero de hecho, el propio Columcille era un Fili.

En el cristianismo de Patricio, los Filid tenían gran poder, así que Patricio, en lugar de luchar contra ellos, llegó a una alianza con ellos contra los restos de druidismo y los adivinos, consagrando a muchos de ellos y ordenándolos sacerdotes. Así pues, los Filid se convirtieron en gran parte al cristianismo y los primeros sacerdotes cristianos y obispos pertenecían a esta casta.

Bardos famosos

El primer druida gaélico en Irlanda mencionado es Amairgen; este druida es el primero en establecer un rey para Irlanda y ejerce como bardo al componer varios poemas míticos: uno, la canción de Amairgen, que posteriormente es atribuida a Taliesín, se asemeja a la canción de Krishna en el océano de la no-existencia, que encarna la unidad primordial y por otra parte, la canción dirigida a Irlanda, en realidad un conjuro para su creación, una Irlanda nueva para los hijos de Mil, estableciendo Tara como su corazón. De hecho, es considerado el primer poeta irlandés del que se tienen referncia en medios escritos.

Otro bardo famoso, perteneciente a los Tuatha, era Cairbre, hijo de Etain, que creó el primer Glam Dicín. De hecho, el trato de Bress a Cairbre es una de las razones por las que los tuatha de danaan se terminan levantando contra los fomorios, ya que Bress es tratado sin ningún tipo de hospitalidad, y el tratar a un bardo de esta manera era considerado un acto de verdadero poco honor. De hecho, tras el trato recibido dedicó una poesía a Bress:

“Sin comida prestamente en el plato,

sin leche de vaca donde medra el ternero,

sin alojamiento humano en la lobreguez de la noche,

sin pagar la compañía de cuentistas…

que sea esa la condición de Bress.

Que no haya acrecentamiento en Bress.”

Y recoge la crónica que a partir de ese momento los Tuatha emprenden el levantamiento contra el mal gobierno de los Fomorios y ésta, la de Cairbre, es considerada la primera composición satírica de Irlanda.

Ceirbre ofrece a Lugh, en la segunda batalla de Moytura, el componer un Glam Dicín, una sátira que lanzaría sobre los Fomorios y según sus palabras: “Me burlaré y les avergonzaré, para que por el conjuro de mi arte no resistan a los guerreros Finnegas, es el bardo que causa el que Finn, el héroe ossianico, alcance el Awen a través del salmón de la sabiduría. Este salmón (bradán feasa) comió las nueve avellanas que cayeron en la Fuente de la Sabiduría desde nueve avellanos que la rodeaban comer las avellanas, el salmón obtuvo todo el conocimiento del mundo. Además, la primera persona que comiese de su carne ganaría, a su vez, el conocimiento total. Finnegas (o Finn Eces) se pasó siete años intentando pescar el salmón. Cuando finalmente lo capturó ordenó a su aprendiz, Fionn, que se lo preparara. Mientras lo hacía, Fionn se quemó el dedo pulgar con la grasa caliente que saltaba del salmón, y para calmar el dolor se introdujo el dedo en la boca. Cuando le llevó la comida a Finnegas, esté descubrió en la mirada del chico un brillo que que no había visto antes. Cuando Finegas le pregunta, Fionn niega haber comido del pescado, pero, bajo presión, admite haber probado su grasa por accidente. Fue esta increible sabiduría y conocimiento obtenido del Salmón de la Sabiduría lo que permitió a Fionn convertirse en el jefe de los Fianna.

Una historia similar a la de Finnegas es la del bardo por excelencia: Taliesin. La historia de Taliesin es narrada de la siguient manera: Ceridwen tenía tres hijos. Su tercer hijo, Afang Du era el ser mas feo que jamás hubiera pisado la tiera. Por ello su madre, la hechicera Ceridwen quiso compensar esa fealdad dandole el don de la sabiduría preparando un filtro en un caldero. Este tenia que hervir durante un año y un día, y solo al final de la cocción, se podría sacar de él las tres gotas del liquido, las cuales serían la virtud y el conocimiento de las cosas. Contrató para vigilar el caldero a un hombre ciego llamado Morda y a un joven llamado Gwyon Bach. Su misión era básicamente la de mantener la lumbre encendida y revolver su contenido. En el ultimo momento tres gotas quemaron el dedo de Gwyon. Este no pudo evitar chupar el dedo quemado, adquiriendo así toda la sabiduría que la poción mágica proporcionaba. Gwyon, comprendió la conecuencia de sus actos y huyo de allí y en la huida vuelca el caldero, que se rompe en dos. Cuando Ceridwen se entera de lo ocurrido persigue a Gwyon. El joven se transforma en liebre mientras que ella se metamorfosea en galgo; él se arroja al río convertido en un pez y ella le responde convirtiéndose en nutria.Después Gwyon es pájaro y Ceridwen un halcón en su busca. Por último el intenta esconderse en un granero transformandose en un grano, y ella se transforma en una gallina negra. Lo descubre y se lo come.

Pero este acto le deja embarazada. Una vez que da a luz, no tiene corazon para matar a la criatura, pues es tierna y hermosa. Así que lo mete en un saco y lo arroja al mar. Este saco es encontrado por el principe Elffin, quien se asombra de los poderes mágicos del bebe, y lo bautiza como Taliesin, y cuando crece se convierte en su bardo personal. Son atribuidos a Taliesin algunas de la epopeyas más famosas, como la Batalla de los Árboles.

La magia y rituales de los bardos

Si hay algo claro, es que existe un verdadero amor por la música y poesía en el mundo celta, hasta el punto de existencia de trobadores profesionales, los bardos, bien definidos como una clasificación aparte, bien como parte de los druidas.

Un hecho en el que se puede verificar el valor de los bardos, es que se cree que la esencia de la enseñanza druídica fue a través de versos, lo cuál nos marca la importancia de los bardos en el mundo antiguo.

Respecto a la música, en la mitología celta hay múltiples referencias a ello; bien como un elemento primordial del Otro Mundo, bien haciendo referencia a personas de grandes conocimientos, bien como parte de la labor profética y mágica, como en el caso de los arpistas de Caínbile, que son descritos como hombres de gran conocimiento, profecía y magia.

La música de un bardo era capaz de provocar gran risa, una melancolía insalvable o un sueño profundo.

En el arte de la magia existen dos figuras fundamentales como hechizos cantados: el Glanm Dicín y el Geis. El Glam Dicín era una encantación satírica, una maldición pronunciada por infringir leyes divinas o humanas. El Geis era un tabú impuesto a una persona en particular; quien transgredía el geis era rechazado espcialmente y convertido en paria, incluso la muerte penosa. Ambas podían ser impuestas por un bardo, un fili o un druida.

Entre los rituales realizados por los filid constan también el Dichetal Do Chennaib, la iluminación por el canto, realizado por la repetición tipo mantra de una palabra, que podía ser acompañado de danzas o percusión.

Otro ritual era el Imbas Forosnai, iluminación repentina, provando visiones. El fili se aislaban totalmente de la luz, sonido y anulaban las sensaciones sensoriales. Eto podía ser a través del encierro en un pozo o cueva oscura y allí los videntes entonaban encantamientos sobre sus manos, y colocaban estas sobre la cara y los ojos. De manera súbita el aislaiento sensoriale era interrumpido y se pasaba de la oscuridad a la luz de manera brusca, lo cuál proporcionaba las visiones.

Este imbás Forosnai es también conocido como la Celda de la Canción, donde se dice que a los bardos se les daba un tema sobre el cuál componer una canción y se les dejaba solos en una celda sin ventanas, provocando la falta sensorial que provoca el estado alterado de conciencia.

Sacado de varios libros de Cultura Celta.

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